1. Estado de la Planta: Se debe verificar el estado general de la planta, su vida útil y su historial de mantenimiento.

  2. Capacidad: Se debe elegir una planta con una capacidad de producción que se ajuste a sus necesidades.

  3. Calidad del Equipo: Se debe inspeccionar la calidad y la marca de las trituradoras, cribas y otros equipos.

  4. Eficiencia Energética: Se debe preferir una planta que funcione de manera eficiente con bajo consumo de energía.

  5. Repuestos y Servicio: Es importante que el suministro de repuestos y los servicios técnicos sean fácilmente accesibles.

  6. Precio: El precio de la planta debe ser acorde a las condiciones del mercado y a su presupuesto.

  7. Respetuoso con el Medio Ambiente: Se debe preferir una planta respetuosa con el medio ambiente, con bajos niveles de emisiones.

  8. Compatibilidad: Se debe elegir una planta que pueda adaptarse a las condiciones actuales de su operación.